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La sidrería Larraldea de Lekaroz abría ayer sus puertas de nuevo al público reconvertida en una cooperativa compuesta por 14 socios y bajo el nombre de Eztibeltza, una de las variedades de manzana de Baztan, forma un trío junto con Eztigorri y Eztixuri.

Como su antecesora, forma parte de la Asociación de Productores Artesanales de Sidra en Navarra y además de ofrecer sidra y el típico menú, ofertará visitas guiadas al lagar de piedra del siglo XVIII situado en Gamioxarrea de Arizkun y organizará eventos culturales.

La sidrería, que cumple 30 años, continúa de esta manera con su actividad. En los últimos meses, socios y amigos han llevado a cabo la renovación del espacio. Todos juntos se reunían hace una semana para celebrar su reapertura, que se producía este viernes. En agosto realizaron la compra y comenzaron a trabajar. Han contado con una gran red de colaboradores tanto en la recogida de la manzana como en la elaboración de la sidra. Más de 40 personas formaron parte del auzolan. En la fiesta no faltó el sonido de la kirikoketa, ni los gigantes de Jo ala Jo, ni la sagardantza. La kirikoketa es un instrumento de percusión parecido a la txalaparta, cuyo origen se halla en el proceso de golpeo de las manzanas para obtener el zumo que más tarde se convertirá en sidra. Un instrumento, en el que los elementos principales son los tablones que se colocan en el suelo y las mazas. El nombre precisamente es una onomatopeya del sonido que se produce al realizar el trabajo.